Pregunto

Guardo preguntas para
todo el mundo,
dudas de la vida,c
uestionamientos o
simplemente interrogantes.

Pregunto yo,
que es la felicidad?
como la distingues,
o donde la eliges,
como se que no la
confundí con la
emoción de algún
momento o la ilusión
de algún te quiero…

Y por favor, quien sepa
la respuesta, no dude
en contestarme…

Puedo preguntar
donde vive Dios?
dicen que en el cielo
o en mi corazón.

Pero es que…
mi corazón
ya está ocupado y
en el cielo solo
veo las nubes…
entonces, donde esta
que no lo encuentro.

Esta no me la contesten,
que no la quiero saber.

Sin embargo,
quiero que me des
la cura de todos los males.

Que me des una
libreta llena de recetas
para sanar cada herida
que me va dando la vida.

Luis Pie

Llego el atardecer y
el calor de la fiebre
ocupaba al haitiano,
resguardado entre las
hojas de caña, sin más
que unos fósforos
para ver la herida
de un ayer…

Y así, el viento de
esa noche apago
su luz, con miedo
a algo desconocido
bajo la mirada
y no supo que esperar.

Cuando quiso avanzar,
levantarse y andar,
el dolor de su herida
le dijo que no,
la herida de su pie
al caminar.

Tan extraño

Inexplicables sucesos,
inentendibles razones,
inesperadas reacciones.

Ayer, el amor paso,
no se si toco y entro
o si solo toco,
no llego a notar la
diferencia de este adiós...

Hoy solo puedo
explicar unos porqués
no todo tiene
la duda de aquel
ayer, no a todo
le falta amor...

Inexplicable es el
amor, aquel que
nadie entiende
y que yo quiero.

Inentendibles las
razones, el porque,
simplemente, así es,
no siempre hay
que entender...

Inesperadas reacciones,
no hay más que decir,
así fue...

Mi decisión

Has dejado tus marcas
por aquel camino,
por un camino que
es diferente al mió.

Mis pasos no tienen
la misma forma
que los tuyos,
mis experiencias
van siendo diferentes
a las tuyas.

Desahogaste tus
peores palabras,
me cediste
tus peores pensamientos...

Y así, todavía
esperas más,
más de lo que
yo ya no
te quiero dar.

Envidio

Tu ropa,
como cubre tu cuerpo
como lo cubrí con mis labios...
como disimula
tus dotes y deja
tanto a la imaginación,
a la desesperación
desesperación de verte y no tenerte...

El agua que te roza,
que recorre los
centímetros de tu
cuerpo, que se va
escondiendo entre tus poros,
el agua que te roza,
la envidio.

Envidio al viento
que te susurra
al oído mis suspiros,
mis delirios,
mis te quiero...

Envidio los ojos
de aquellos...
de los que cada
día ven,
lo que yo solo
sueño...