Despedida...

Me voy paseando en los caminos
de otro adiós.

Voy tentando el suelo,
voy mirando el cielo,
me voy secando las lagrimas
que me traes con los recuerdos.

Imaginando que seria,
si mañana despertara y
nada pasara.

Si esta tristeza acumulada,
si aquellos versos no plasmados,
si este adiós no deseado,
si... pero no,
ya tengo que aceptar
que te perdí,
me tengo que despedir...

Carta de amor, que vale por dos...

Hoy, no tengo ganas de rimar mis versos, de crear metáforas para decirte cuanto es que te quiero.
Esta será una carta de amor, para ese amor que llevo dentro.

Tu, a quien tanto quiero, a quien tanto anhelo, con quien tanto sueño, porque me sacas de esta soledad que me acompaña, porque me visitas hasta en mis rincones más callados, en esos momentos inesperados.

Pero no te preocupes mi cielo, que yo tengo amor para los dos, para quererte y que me quieras, aunque sea solo yo.

Hoy, solo quiero estrechar tus besos, saborear tus caricias y sentir tu risa.
Ya quiero soñarte nuevamente, besarte con pasión, amarte hasta el cansancio y decirte suavemente mis secretos al oído.

Si esto fueran mis versos, te diría entre ilusiones que me llenas de emociones, te diría con mi mirada que ya estoy apasionada, de tenerte con mis besos, de sentirte hasta en mis huesos, de esperar tu regreso.

Si en metáforas te hablara… Pues me llevas hasta el cielo, que me agarras toda el alma cuando me atas a tus manos, cuando siento tus mordidas caminando por mi espalda, cuando en ese cosquilleo te detienes, cuando me lanzas al vació de tu cama, cuando me tapo con tu almohada.

Hoy, solo quiero decirte que te quiero.
Que sepas que este amor que tengo, vale por los dos, porque aunque me duele tenerte en la distancia de estos besos, tenerte sin luceros, tenerte en la distancia de un vació simplemente, duele mas.

Tentada entre unas lineas

Leyendo sobre estos versos,
tan tuyos, tan de nadie,
me siento tentada a desear
una de esas letras que escribes
en la ausencia de alguien o
quizás en la demasía de algo.

Tentada a ser yo
ese alguien que te inspire,
que te quite algún suspiro
o que simplemente te acaricie.

Leyendo aquellos versos
donde la curva de tus manos
hizo magia en un papel.

Leyendo tus verdades
mas profundas, tus misterios
y deseos.
Tus reliquias enlazadas,
con tristezas y alegrías.

Tentada a escribirte
realidades, mis te quiero
mis tristezas junto a Pedro,
deseando estar yo,
entre tus versos.

Sin voz

Sin voz para gritar,
me trago mis palabras
y se las digo a mi almohada,
pensando en los momentos
que me diste aquella noche.

Imaginando los abrazos
que faltaron y
los besos que no sobraron.

Extraño tu presencia
teniéndote a mi lado.

Hazme recordar las caricias
que me dabas
cuando nadie nos rodeaba,
cuando solo era mi alma.

Con esta voz
que nunca explota,
mi voz sensual
que nunca escuchas,
te digo estas palabras
que hoy no callo:

Me tienes aferrada!
y ya me quede enganchada
a los sueños encantados.

Me quede despierta
como en tantas madrugadas
esperando tu llamada,
para escuchar la silueta
de tu voz en mis entrañas.

Te sentí distante

Te sentí distante
y me asuste, pensé que
quizás dirías un adiós,
pensé que tal vez
no te volvería a ver.

Te sentí distante
sentado a mi lado,
queriendo tocarte
sin poder encontrarte,
intente besarte
pero me encontré con el aire,
que intento engañarme.
pero no tenia ni la suavidad de tus labios,
el sabor a menta de tus besos,
ni el olor de tus abrazos.

Me sentí tan lejos
de tus ojos cuando me mirabas,
me sentí perderte en el abismo
de unos cuantos pasos,
me sentí quererte tanto.

Te sentí distante
mientras yo solo trato
de acercarme.