lunes, 2 de marzo de 2009

Sin voz

Sin voz para gritar,
me trago mis palabras
y se las digo a mi almohada,
pensando en los momentos
que me diste aquella noche.

Imaginando los abrazos
que faltaron y
los besos que no sobraron.

Extraño tu presencia
teniéndote a mi lado.

Hazme recordar las caricias
que me dabas
cuando nadie nos rodeaba,
cuando solo era mi alma.

Con esta voz
que nunca explota,
mi voz sensual
que nunca escuchas,
te digo estas palabras
que hoy no callo:

Me tienes aferrada!
y ya me quede enganchada
a los sueños encantados.

Me quede despierta
como en tantas madrugadas
esperando tu llamada,
para escuchar la silueta
de tu voz en mis entrañas.

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