No pudo más
con la descabellada idea de quererte
y murió en mi pecho.
Murió como un héroe,
defendiéndose de cada ataque,
batallando cada guerra,
corriendo por la mitad del campo
para que lo vieras.
No aguanto,
grito por su vida
sin ser escuchado,
golpeo las paredes
que no derrumbaste,
murió de cansancio.
Murió,
sin tenerte a su lado,
se fue lo que un día
fingiste expresarme,
pero sin demostrarme.
Cegado, ilusionado,
gasto su energía
queriendo mentiras,
creyendo utopías
que ya no existían,
que fueron ficticias.
Murió, sin su último beso,
por no saber que aquel ultimo
seria el recuerdo que hoy suspira
el trago amargo y su despedida.
Murió, porque no lo cuidaste,
porque no lo entendiste,
porque no lo quisiste,
dile adiós a mi amor,
que ya se murió.
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