No eres el.

No eres el, eso lo se, se nota en tus palabras, en tu manera de expresar lo que hay en tu pensar.

No eres el de las caricias furtivas, apasionadas, que derriten el alma.
No eres el de los besos simplemente en el momento, de esos que con las miradas se piden a gritos, no eres el.

Ni aquel, que tenia palabras que acompañaban sus besos, el que supo expresar cada sentimiento como si leyera mi mente, como si fuera el destino, como si estuviera escrito.

Aquel, que no podía separar sus manos de mi cuerpo, quien deseaba mi ser en cada encuentro, quien demostraba la pasión, la emoción.

Definitivamente aquel, no es como tu.

No eres el, definitivamente, no eres aquel.